MEXICO VS COSTA RICA
Aquel monstruo de 100 mil cabezas se alimenta con goles y buen futbol, lo que explica su hambre después de los cotejos frente a Guyana y Estados Unidos.
Una de las pocas asignaturas pendientes de la Selección Mexicana, versión José Manuel de la Torre, es satisfacer a la exigente afición que suele convertir al Estadio Azteca en una fortaleza tricolor. Este martes, ante Costa Rica, será su tercera oportunidad.
Los futbolistas del “Chepo” anhelan que sea la vencida. Todo parece estar listo: imponerse a los ticos les dará el boleto a la última ronda de la eliminatoria rumbo al Mundial Brasil 2014.
“Tenemos motivación, porque vamos a estar en nuestra casa, con la gente apoyándonos y buscaremos ganar”, comparte Javier Hernández. “Nos ilusiona mucho saber que, si ganamos mañana [hoy martes], estaremos clasificados. Eso es lo mejor. Ojalá que el público salga contento”.
Lo que no sucedió en los duelos anteriores. Derrotaron a los caribeños (3-1), pero la multitud quería una goleada. Caer por primera vez ante el acérrimo rival, en el Coloso de Santa Úrsula (0-1), provocó amargura.
Nueve victorias en igual número de juegos oficiales y medio boleto al Hexagonal Final de la Concacaf no son suficientes para un monstruo habituado a devorar suculentos manjares.
“Tenemos una buena oportunidad de reconciliarnos con la afición”, confiesa el guardameta José de Jesús Corona. “Hay que pelear como siempre y conseguir un resultado positivo que agrade a la gente”.
Transmitir esa satisfacción que diversos combinados mexicanos han generado durante los más recientes meses. Ironías del balompié: la Selección Mayor lo ha hecho, aunque no todavía en su principal guarida.
“Es el partido más importante de todos, porque clasificamos si ganamos”, recuerda Oribe Peralta, quien es respaldado por Andrés Guardado: “Queremos hacer un buen partido, agradar y triunfar, que es lo básico”.
Premisa subrayada por De la Torre, quien también anhela salir del Azteca sin espinitas clavadas en el corazón, con la tranquilidad que otorga una buena exhibición ante ese monstruo tan demandante como fiel.
“Por supuesto que no nos gustó perder con Estados Unidos, pero hemos hecho un análisis muy exhaustivo de ese partido y nos faltó meter la pelota. Fueron siete u ocho oportunidades de gol muy claras, y no tuvimos la contundencia”, lamenta. “En un destello, nos anotaron. Sabemos que los partidos son así muchas veces y era de preparación”.
“Con Guyana, hicimos el trabajo, hubo circunstancias que no supimos controlar bien, pero al final sacamos el resultado, que es lo que nos interesaba. A la afición, siempre se le pide el apoyo, porque buscaremos hacer nuestro partido eficientemente, lo cual nos pone en las circunstancias en las que estamos ahora para pasar al Hexagonal”.
Otro éxito les basta para lograrlo, aunque a varios les importan las formas. Les encantaría abandonar el césped de Santa Úrsula con la satisfacción de que agradaron a su pueblo.
“No estamos pensando en otra cosa que no sea ganar y gustar”, revela Marco Fabián. “Es importante dar todo, despedirnos bien de la gente, con un triunfo, metiéndonos de lleno...”.
El monstruo de 100 mil cabezas tiene hambre. Hay que alimentarlo.
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