viernes, 7 de septiembre de 2012

REPORTAJE DE LA SEMANA

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DATOS CUSIOROSOS

Ni lo intentes: 11 restaurantes donde reservar mesa es imposible


Requieren meses de anticipación y decenas de llamadas. Aún así, tal vez no consigas un lugar para probar sus platos. A menos que seas organizado y previsor, olvídate de conocer estos reductos de alta gama.
1) Noma, Copenhague
Del laureado chef René Redzepi, es el restaurante número uno del mundo en este momento, por ende el más demandado.

Cómo reservar: el sexto día de cada mes, el lugar toma reservas online y por teléfono para dentro de tres meses (en febrero se toman para mayo, p. ej.). Todo termina en horas: ese día hay unos 20.000 intentos de reserva. Hay cancelaciones, claro, que el chef anuncia en su cuenta de Twitter: si quiere ir, hay que estar atento y con el pasaje a Dinamarca en la mano.

2) Sukiyabashi Jiro, Tokio
El barrio más elegante de la capital nipona alberga a este templo del sushi, de sólo 10 cubiertos (y 3 estrellas Michelin), regido por el honorable chef Jiro Ono. Un dato: no hablan inglés y no aceptan extranjeros sin compañía de japoneses.

Cómo reservar: una vez que llegues a Japón, debes pedirle a un nativo que haga la reserva. Luego tienes unos meses para conocer a otro japonés para que te acompañe a la cena y te ayude a entender lo que vas a comer (y lo que vas a pagar).

3) Next, Chicago
Para este reputado restaurante, los chefs Grant Achatz y Dave Beran introdujeron un sistema de tickets más cercano al de un cine o un teatro. El plus: se ahorran el personal del teléfono y no se preocupan si alguien no viene, ya que todo se paga por adelantado.

Cómo reservar: hay que seguir la cuenta de Facebook para ver cuándo sale a la venta la nueva tanda de tickets. Tienen algunas mesas disponibles en el día, pero cuando lancen el menú de elBulli (en un par de meses) sólo habrá una por noche, subastada para caridad.

4) Tickets, Barcelona
A pesar de que el reciente restaurante de tapas de Ferrán y Albert Albert Adrià tiene 90 asientos y mucho recambio de clientes, sigue siendo prácticamente impenetrable.

Cómo reservar: las reservas sólo se toman online y con tres meses de anticipación. Ojo: hay muchos que fallan; si estás en la ciudad, ve, habla con el maitre y fíjate qué onda: chicle y pega.

5) Quintessence, Tokio
De los más difíciles. Cuesta menos entrar al parisino L’Astrance del chef Pascal Barbot que a este local de su discípulo Shuzo Kishida. Otra vez, los habitués y los empresarios locales prevalecen sobre los extranjeros a la hora de reservar.

Cómo reservar: no hay un método. Simplemente ir sí o sí con un nativo de Tokio e intentar hasta lograrlo.

6) The Fat Duck, Bray, Berkshire
Del chef Heston Blumenthal, en el pico de su popularidad (en 2005 fue nombrado el mejor restaurante del mundo) recibía 30.000 llamadas a diario para reservar. Hoy las cosas se calmaron un poco, pero sigue costando entrar. A propósito, el chef hizo un video interactivo para agradecerle a todos los que lo intentan.

Cómo reservar: el teléfono atiende de 11 a 14 hs. (hora británica, o sea: sólo para mexicanos madrugadores) de lunes a viernes, aunque ponen énfasis en las reservas online (con un sistema algo confuso), que se hacen con tres meses de anticipación.

7) Chef's Table, Brooklyn, Nueva York
Un restaurante de 18 cubiertos conectado a un supermercado, que ganó sus tres estrellas Michelin: bancos de metal, ambiente informal, bebidas traídas por el cliente (hasta hace poco) y un barrio muy barrio. Lo más difícil: reservar una mesa.

Cómo reservar: cada lunes a las 10:30 hs. (hora local) toman reservas para toda la semana, con un mes y medio de anticipación. Cuesta, pero no tanto como hace un año cuando había que llamar, dejar los datos y cruzar los dedos para que te aceptaran.

8) Minibar by José Andrés, Washington DC
Es pequeño, con sólo seis cubiertos y un extenso menú de degustación creado por uno de los más talentosos acólitos de Ferrán Adrià, el chef José Andrés.

Cómo reservar: Siendo tan chico, no es de extrañar que cueste lo suyo. Hay que hacerlo por teléfono (casi siempre da ocupado) y con un mes de anticipación. Hay unas mil llamadas por mes que no tienen suerte; a modo de darte ánimo, te incluyen en la lista de espera por tres noches.

9) Schwa, Chicago
Un lugar atípico. Tiene 18 cubiertos y no les importa un pepino lo que no sea la comida. Informal, anárquico, allí los chefs hacen prácticamente todo. El sistema de reservas no es menos azaroso: tienes que llamar y dejar un mensaje en el contestador… que suele estar lleno. Si a pesar de todo lo consigues y te llaman para reconfirmar, siempre está la posibilidad de que el chef Michael Carlson decida cerrar el lugar en el momento y con mínimo aviso (!). Es tal el desmadre que hasta los PR del restaurante usan Twitter para las reservas, pero no menos desorganizadamente.

Cómo reservar: Intenta hasta cansarte. No hay de otra.

10) The French Laundry, Yountville, California
Con tres estrellas Michelin, el bastión de la nueva cocina americana del chef Thomas Keller sigue siendo uno de los reductos de peregrinación más clásicos de todo el mundo. Como es lógico, reservar una mesa cuesta… y no sólo dinero.

Cómo reservar: por teléfono y con dos meses de anticipación, lo cual te da la oportunidad de figurar en la lista de espera. Y si estás en EE.UU., puedes probar suerte con opentable.com, servicio de reservas online. No es nada fácil, pero el que persevera alcanza.

11) Yam'Tcha, París
Cocina chino-francesa en una de las zonas más fresas de París (la rue Sauval, en el 1° Arrondissement), a cargo de la chef Adeline Grattard. Con una estrella Michelin, es un lugar durísimo de acceder (más que el de los consagrados Pierre Gagnaire o Guy Savoy), tanto para locales como para visitantes.

Cómo reservar: llamar y llamar sin descansar (o hasta que la tarjeta telefónica resista). Es uno de los lugares más difíciles del mundo, pero nada es imposible.

TV RECORDS MEXICO.

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