martes, 30 de octubre de 2012

A PARTE DE ANTI PROFESIONAL.....CERRADO

Me querían imponer jugadores 'a huevo': Mario Carrillo

  • El ex DT de Pumas dijo que nunca vio a Emanuel Villa en el nivel que la dinámica del equipo requería
  • También relató cómo se negó a llevar al “Tito” al juego ante Tigres, algo que pretendía Alberto García Aspe
  • Seguro de que Pumas clasificará a la Liguilla con o sin él, el ex entrenador del cuadro de la UNAM, Mario Carrillo, reveló que la directiva le quería imponer a jugadores como Emanuel Villa, a quien nunca vio en el nivel que requería la dinámica del equipo.
    El “Capello” explicó que el presidente del Patronato, Jorge Borja, le quería obligar incluso a utilizar corbatas con los colores del club y que el director deportivo, Alberto García Aspe, no lo dejaba tranquilo porque quería imponerle jugadores en la alineación.
    “La directiva desde un principio me quería imponer jugadores, que jugaran a huevo y la verdad, como yo les dije, a huevo no va a jugar nadie, va a jugar quien yo crea, quien lo merezca, quien trabaje”, explicó en entrevista para ESPN.
    “En Tigres también me obligaron a llevar a alguien, no lo llevé y yo creo que fue el detonante importante”.
    De cualquier modo, mencionó que al “Tito” le dio varias oportunidades pero que nunca le vio ritmo para que encajara con los jóvenes que eran mayoría en su plantel.
    "La directiva desde un principio me quería imponer jugadores, que jugaran a huevo y la verdad, como yo les dije, a huevo no va a jugar nadie"
    “Yo a Villa lo vi lejos, yo no vi al Villa que ustedes suponen”, justificó. “Si yo hubiera visto al Villa goleador, contundente, todo lo que dijeron, seria muy tonto de no haberlo metido”.
    Sin embargo, aclaró que en todo momento intentó encontrarle acomodo a los refuerzos, contingente en el que también parecían borrados Martín Romagnolli, Luis García y Jaime Lozano.
    “Tuve que ir a marchas forzadas hacia un sistema, lo encontré, me gustó mucho, yo quería darles juego a Villa, a Luis, a Romagnolli, son excelentes profesionales, pero no encontré el momento”, añadió.
    “Son jugadores que para el estilo que buscaba en ese momento no encajaban. No los ví en las condiciones que yo los quería ver y no quería traicionarme yo a mi”.
    Sin arrepentirse de nada, Carrillo relató que tuvo varias reuniones con representantes de las barras, quienes en ese momento se portaban muy bien, situación muy distinta a los días de partido, cuando escuchaba recordatorios maternos “exactos” y coordinados.
    “La afición de Pumas es otra cosa aparte porque hacía mucho tiempo no veía algo yo un estadio de futbol que me estaban recordando a mi mamá con cánticos exactos, bien organizados, bien ordenados”, agregó.
    También lamentó que en vez de recibir críticas por la ausencia de los refuerzos nunca escuchó elogios por la aparición de jóvenes como Eduardo Herrera, David Izazola, Alfonso Nieto o David Cabrera.
    Además sugirió que la animadversión en su contra estuvo orquestada por alguien, cuya identidad no quiso suponer y que lo que más le costó fue la relación con la directiva.
    “Me duele en el alma, lo que más me dolió fue la goleada de los Tigres, en el alma, estoy aparte confundido, más que nunca, pero no se murió nadie, no acaba la vida”.

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